Familia Banchero

Luis Banchero Rossi

Este texto documental, producido por la marca Immigranti, conmemora y narra la historia migratoria de los italianos en el Perú, a partir de información recopilada en internet.

Luis Banchero Rossi nació el 11 de octubre de 1929 en Tacna, hijo de Juan Luis Banchero y Florentina Rossi, ambos originarios de Liguria, en el norte de Italia. Sus padres llegaron al Perú con la esperanza de construir un futuro mejor, llevando consigo las costumbres y valores que caracterizan a las familias italianas: trabajo, unión y pasión por la vida.

Luis creció en un hogar sencillo, rodeado de viñedos y tradiciones familiares. Desde joven mostró una ambición que lo llevaría a cambiar la historia empresarial del país. Aunque su padre soñaba con verlo continuar el negocio familiar de vinos, Luis decidió seguir su propio camino. Se trasladó a Trujillo para estudiar Ingeniería Química, mientras emprendía pequeños negocios que le enseñaron el valor del esfuerzo y la visión.

En 1955 fundó su primera fábrica de conservas en Chimbote, llamada Florida, marcando el inicio de una transformación que convertiría al Perú en líder mundial en la industria pesquera. Con audacia y determinación, modernizó fábricas en quiebra y creó plantas de procesamiento de harina y aceite de pescado. A finales de los años 60, su emporio incluía más de diez complejos pesqueros, 320 embarcaciones, astilleros, empresas mineras, medios de comunicación y hasta clubes deportivos. Cerca de estos complejos, construyó casas para trabajadores, escuelas y postas médicas.

Fundó los diarios Correo y Ojo, creó el club Defensor Lima, y diversificó sus inversiones para impulsar el desarrollo del país. En 1968, fue nombrado presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, desde donde promovió la investigación científica oceanográfica y donó equipos para incentivar el consumo de pescado. También fue director del Banco de Crédito del Perú.

Luis Banchero Rossi fue considerado el empresario más exitoso del Perú, símbolo de progreso y visión. Su vida terminó trágicamente el 1 de enero de 1972, pero su legado permanece: demostró que la perseverancia y la pasión pueden transformar realidades. Al momento de su muerte, Banchero era el peruano que más empleos había creado en el país de ese entonces. Hoy, su historia nos recuerda el espíritu de aquellos italianos que llegaron al Perú con sueños y los convirtieron en obras que marcaron generaciones.