Memorias de una familia ítalo-peruana.
Este texto documental, producido por la marca de vinos Immigranti, conmemora y documenta la historia migratoria de los italianos en el Perú.
Familia Campodonico
Campodonico
Este texto documental, producido por la marca Immigranti, conmemora y narra la historia migratoria de los italianos en el Perú, a partir de información recopilada en internet.
Las raíces de la familia Campodónico se encuentran en la ciudad costera de Chiavari, ubicada en la región de Liguria, al norte de Italia. Allí vivían como parte de una comunidad trabajadora, vinculada al comercio marítimo y a las actividades locales. La vida era modesta, pero digna, y como muchas familias italianas de la época, enfrentaban un contexto de crisis económica, social y política que los llevó a buscar mejores oportunidades en América Latina.
El Perú se presentó como un destino atractivo por su crecimiento económico y por la presencia de una comunidad italiana ya establecida. Además, las redes familiares y comerciales facilitaron la llegada de los Campodónico, quienes vinieron con el propósito de establecerse y progresar. Algunos miembros se dedicaron al comercio, mientras que otros, como el Dr. Esteban Campodónico, se destacaron en la medicina y la filantropía, dejando una huella importante en el país.
La migración de los Campodónico no fue individual, sino familiar. Varios miembros emigraron juntos, aunque en distintos momentos. Se estima que llegaron siendo jóvenes adultos, entre los 20 y 30 años. El viaje hacia el Perú se realizó por barco, cruzando el Atlántico y bordeando Sudamérica hasta llegar al puerto del Callao.
El Dr. Esteban Campodónico se convirtió en un médico reconocido y benefactor, ejemplo de integración y servicio. Estudió en la Facultad de Ciencias y luego en la Facultad de Medicina de Lima de la Universidad Mayor de San Marcos, de la que fue luego catedrático, obteniendo en 1923 la primera cátedra de Radiología y siendo distinguido como catedrático Honorario en 1930. Dirigió el Hospital Italiano durante 30 años y formó parte de la Sociedad Italiana de Beneficencia y Asistencia, integró el directorio de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, fue concejal de la municipalidad de Lima en dos ocasiones, y recibió importantes distinciones honoríficas.
En 1918, importó para su consultorio particular un aparato de Rayos X, y en 1921 trajo a Lima la instalación de radiología más completa de la época, ofreciendo calidad de imagen y rendimiento superior a los modelos anteriores. Puso este avanzado equipo a disposición de sus alumnos, con el propósito de enriquecer su formación académica y práctica.
Fue laureado en un concurso de la Facultad de Medicina de Lima, por el cual fue promovido en 1923 como primer titular de la recién creada cátedra de Radiología Clínica. Ese año escribió “Radiología Clínica”, uno de los pocos libros académicos en el Perú durante muchos años.
En agosto de 1937, el Dr. Esteban Campodónico, quien no tuvo hijos, redactó un testamento ológrafo, en el cual, además de heredar sus bienes principalmente a sus hermanas, dejó un legado económico a manera de fondo intangible en el Citibank de Nueva York para crear un Premio que llevara su nombre, con el cual se reconozcan los servicios destacados al Perú. Dicho premio, hoy denominado Premio Esteban Campodónico, operaría con los intereses procedentes del fondo intangible.
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